Esta es
la historia de una niña llamada Zara que se acababa de mudar de ciudad y,
obviamente, también de escuela. Ella era
una chica tímida en su escuela original y no quería serlo más, quería tener
miles de amigos, miles de fiestas, miles de nuevas experiencias y pensó, más
que como un adiós, como una oportunidad de tener la vida que tanto deseaba.
El
primer día de clases, justo a la mitad de año, perfecto momento para entrar,
¿no? Todo inicio desde el hogar, se vistió para la ocasión, no tan ostentosa
pero con un peinado y nos zapatos sumamente notorios. Todo debía de ser
perfecta, incuso la comida, necesitaba cualquier medio para poder hacer amigos,
fuera como fuera.
Al
llegar a la escuela no fue necesaria tanto ostentar, todos sabían que ella iba
a llegar y estaban esperando a “la chica de la costa”, ella venía de una playa
en Cancún y sus compañeros no entendían como era posible que se mudara a una
ciudad como la de Puebla. Al notar que no sería necesario buscar un medio para
que le prestaran atención, trato de verse amigable, pero no insinuante con
nadie.
Al ser
una niña bonita y delgada, no fue difícil que algunos chicos se le quedaran
viendo, incluso algunos de los jugadores del equipo de natación, entre ellos el
novio de la “Reina Abeja” de la escuela. Ella notó como la veía y aunque Zara
no hacía nada intencional a Katya eso no le importaba, ella no iba a permitir
que nadie le quitara nada de “su propiedad”.
Llego
al hora de la clase y ella tomo una bocanada de aire y entro al salón, todos la
miraban mientras el doctor le asignaba su lugar – Si, toma asiento detrás de
José Ángel, pero muévete niña anda! Bien engendros, iniciemos con la lección de hoy recuérdenme
en que nos quedamos –Tranquila, Kike es
así, pero es increíblemente genial y un magnífico profesor, ya lo verás.-Le
dijo J.A. a Zara ente murmullos y sonrisas. Ella recordó que no debía de evitar
a las personas como en su escuela anterior, así que respiró, le sonrió y le dio
las gracias.
-Entonces
en su escuela anterior ya había visto las capas internas de la tierra y su
estructura fundamental, interesante, espero y me pueda servir de algo con
algunos retrasados de la clase. –Claro profesor, en lo que sea necesario.
–Perfecto, retírese ya, le haré llegar su material extra de este semestre.-
Zara apenas tendría su asignación de casillero así que tenía que cargar con
todo.
Al otro
lado de la escuela se encontraban la tabla de actividades y Zara debía de
entrar a 2 por obligación, una deportiva y una cultural o académica, había
demasiado de donde escoger, pero obviamente lo que más se le daba era la
natación, toda su vida en el mar debía de haberle servido de algo, además de
que iba adelantada en las ciencias exactas, su escuela era especializada en una
rama, así que ella era la mejor preparada para el club de ciencias.
Esto
era fenomenal, no tendría que esforzarse en entrar en un grupo, la escuela le
asignaba grupos con los cuales tenía cosas en común, corrió para poder
inscribirse en esos dos cursos y llegar a tiempo a su siguiente clase después
de ir a que le asignaran un casillero. En el camino a su casillero, tropezó en
las escaleras y la mitad de sus libros se salieron de su mochila.- Deberías
tomártelo con calma, es tu primer día y ya te estás estresando, ven es mucho lo
que llevas ahí para traerlo tu sola.-J.A. no buscaba nada, simplemente era un
chico atento y educado, Katya lo vio y tomo su decisión al ver que ella se
había inscrito en el terreno de juego…natación. Katya decidió acercarse a ella
para poder tener un control de la situación, pero no lo haría directo, una
reina, simplemente no nació para trabajar; Cintia, Michelle y Karen fueron las
elegidas para invitarla a comer con ellas, hacerse sus amigas y después
juntarla con Katya.
-Pues
yo opino que es muy interesante tu historia, pero en verdad yo no hubiera
dejado ese lugar, aun cuando fuese por trabajo de mis padres, para eso tengo
familia en ese lugar con la que me puedo quedar y vivir a gusto.-Dijo Katya en
un tono condescendiente a lo que le contestó. –Pues la verdad es que no puedo
estar sin mi familia, y este lugar me gusta bastante, ahí nunca pude sentir
este frío más que en navidad y eso por las noches, esto es simplemente
delicioso.
En su
primera clase de química asombro a su profesor con la familiaridad que tenia
con los reactivos y los utensilios, obviamente, en su otra escuela tenían
practicas a diario, lo mismo ocurrió en natación, pero ya de una forma general,
todos se quedaron viendo anonadados de la forma en la que ella se movía en
cuanto tocaba el agua, J.A. no pudo evitar notarla y dentro de sí admitió y se
determinó a que debía dejar a Katya lo antes posible, necesitaría mínimo un mes
para que encontrara a alguien más y el pudiera considerarse “libre de elección”
no por él, si no por Zara, ella estaba “vulnerable”.
Después
de un mes y medio J.A tomo una decisión, se aprovechó de la necesidad que tenía
en Ciencias y le pidió al profesor “un tutor”, sabiendo muy bien que su primera
opción sería Zara y así fue.-Bueno, supongo que podremos estudiar hoy, s es que
no tienes tu agenda ocupada o tus tareas y deberes atrasados.-Hoy saldré unas 2
horas con mi madre, pero te puedo ver como a las 6:30 en mi casa el Jueves para repasar mínimo lo que vendrá en el
examen del viernes. –Zara no tenía intenciones con él, por su falta de
seguridad no imaginaba que pudiera fijarse en ella, pero le emocionaba el hecho
de pensar que él estaría en su casa.
Michelle
lo escuchó todo, se lo dijo a Katya, quien enloqueció de rabia y tomo una
decisión para sus adentros “ella tiene que desaparecer” –Zara, nena ven! El
profesor de natación me pidió que te dijera que mañana hay entrenamiento
nocturno, no podrá asistir pasado mañana
y como saliste un poco antes de clases ya no lo pudiste escuchar.- No le
extraño, ya había pasado un par de veces antes, se marcho y recordó que J.A. se
había ausentado de esa clase así que se lo informó sin sospechar que esa era
solo una trampa.
Al día
siguiente Sharon, la mejor amiga de Zara le conto lo que J.A. tenía planeado,
esto le despertó una felicidad indescriptible y un sentimiento que apenas podía
contener, la emoción de que ya fuera un día menos para poder estar con él, cada
momento que pasaba era menos el tiempo que faltaba para poder estar a solas con
él, estudiando, pero con él.
Esa
noche llegó un poco antes que la hora del entrenamiento para nadar y relajarse,
se lanzó a la alberca y comenzó a nadar, escucho como alguien mas había entrado
a la picana y al no ver a nadie se asusto, sintió como la piel se le erizaba al
sentir que le respiraban en su nuca, se dio la vuelta y sintió un beso, las
luces se apagaron y solo se escucho una chispa, alguien había cortado un cable y este cayó en la alberca,
electrocutando a ambos. Al día siguiente los cuerpos fueron hallados aun
abrazados, mas por la fuerza de los electroshocks que los dejaron paralizados
que nada, pero nadie supo explicar la razón por la que el cable fue cortado, ni
porque es que ellos se encontraban a esa hora en la alberca de la escuela.
A
partir de entonces, cada noche se escuchan dos chapuzones durante la noche,
seguidos de la risa de dos jóvenes alegres y enamorados, pero nunca debes de
asomarte o tú caerás en la alberca y morirás de la misma forma.