Esta es una historia donde la diversión no falta, era un
pequeño ratón muy veloz, traía a los
gatos de la casa hechos locos, el querer tener todo y disfrutar del placer de
comer los hacía perder la razón, el
ratón no era tan común, era raro verlo en la casa, era tan misterioso que
un día los gatos se pusieron de acuerdo
para atrapar al astuto animalito, acordaron que el gato que lo atrapase, lo
compartiría con los demás, fue entonces cuando el ratón apareció, un gato corrió detrás de él sin éxito, el
otro lo persiguió pero se le escapo, el tercero lo capturo´, comenzó a
morderlo, arañarlo pero vaya sorpresa que se llevo, cuando se dio cuenta que no
tenia vida, era el juguete del niño de la casa.
¡Qué coraje se habrán llevado! Pues no todo lo que brilla es oro.
Moraleja:
La moraleja de
esta fabula la podemos resumir en los siguientes refranes: “las apariencias
engañan”, “no todo lo que brilla es oro” o el dicho tan popular: “caras vemos,
corazones no sabemos”, a veces nos creemos lo que nos dicen o lo que vemos y no
todo siempre es bueno, las cosas no siempre son como nosotros las percibimos.
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