sábado, 24 de noviembre de 2012

Fábula: La coneja mentirosa.



Jamás nadie había tratado mal a la coneja mas sin embargo ella era muy juguetona y en ocasiones mentirosa y eso le costaría muchas cosas a la larga…
Una esplendorosa mañana soleada la coneja iba de camino a la escuela y se encontró a la liebre y esta le dijo que si quería ir a jugar por ahí, que era mejor que ir a la escuela.
-¡vamos coneja!, que la escuela es muy aburrida. Exclamó la liebre
-mmm....-Lo pensare. Dijo la coneja sin más que decir y siguió su camino a la escuela.
- ¡¡¡¡te espero en el campo de juegos!!!! Grito la liebre.
Al llegar a la escuela la coneja se encontró con su mejor amiga la tortuga.
-corre coneja que están a punto de cerrar la puerta y no vamos a poder entrar a clases. Dijo rápidamente la tortuga.
-¡Auch!, ¡Auch! Me duele mucho mi estomago tortuga y me siento muy mal, me temo que no podre entrar a clases mejor regresare a casa y descansaré un poco. Mintió la coneja.
-¡Oh! ¿Enserio coneja? ¿No quieres que te acompañe a tu casa?
- Oh, ¡no, no!, no te preocupes puedo ir sola.
Y así la coneja no entro a clases y en vez de tomar el camino a casa tomo el camino al campo de juegos, jugando con la liebre mentirosa. La coneja se paso toda la mañana jugando y jugando hasta quedar agotada pero aun así no paraba de jugar. Llegada la tarde todos los animalitos del poblado se reunieron en la cancha para jugar y la liebre y la coneja seguían ahí, detrás de todos ellos apareció la tortuga tímida como siempre y con decepción en los ojos observo a la coneja y le dijo:
-¡eres una mentirosa!, dijiste que te sentías muy mal y por eso no entraste a clases pero vete aquí jugando como si nada. Dijo muy enojada la tortuga dándose la media vuelta y retirándose.
Así pasaron los días la tortuga no le dirigía la palabra a la coneja y ella se sentía muy triste porque parecía haber perdió a su mejor amiga ya que la liebre desde ese día ya no había vuelto a hablarle ni la había invitado a jugar. Un día a la salida de la escuela la coneja le dijo a la tortuga:
-tortuga, hace mucho que no hablamos ni jugamos y quiero pedirte perdón por haberte mentido te prometo que nunca lo vuelo a hacer nunca mas, ahora ya he aprendido mi lección. Dijo la coneja arrepentida
Y todo quedo resuelto entre las mejores amigas la coneja y la tortuga, siguieron siendo amigas por muchos años más y nunca volvieron a hacerle caso a la liebre mentirosa.
Moraleja:  
“Siempre habrá oportunidad para todo, aunque parezca que el día es corto ten en cuenta que la vida es larga. Disfruta de tus amigos, porque no sabes cuándo dejaras de tenerlos y no mientas porque podrás perderlos. "

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