Al este de África existía un pantano muy famoso entre los
biólogos por tener una gran diversidad de flora y fauna, además era muy temido
por que existían las especies más feroces de cocodrilos.
La época de investigación se acercaba, así que George fue
comisionado para tomar muestras de aquel pantano, ya que se encontraba muy
contaminado y querían saber que bacteria ocasionaba esto.
El día llego y George emprendió el viaje, al llegar pudo
percibir el olor tan desagradable que expedía el agua pantanosa. De inmediato
tomo su mochila, guantes, frascos y un microscopio para ponerse a trabajar, tan
entretenido estaba sacando las muestras del agua que no se dio cuenta que un
cocodrilo se encontraba detrás de él, George se quedo en shock, no sabía qué
hacer, el cocodrilo sigilosamente comenzó a acercarse cada vez más y más hasta
que le dijo:
-
“Estamos
hartos de que ocupen nuestras pieles y de que nos traten de una manera
tan cruel”.
George se asusto aun más ya que el cocodrilo comenzó a
abrir su enorme boca convertirlo en su alimento lo más pronto posible, así que
se armo de valor y le respondió:
-
“Disculpe señor cocodrilo, quiero decirle que
está usted muy equivocado, la razón por la cual estoy aquí no es para hacerles
daño, al contrario yo vine para así poder encontrar una solución al problema de
contaminación que están viviendo en estos momentos, y así evitar la muerte de
su especie.”
El cocodrilo comenzó a cerrar su enorme boca y sus ojos
empezaron a brillar y lo único que dijo fue:
-
“Le ofrezco una disculpa, la vida nos ha
hecho ser feroces y agresivos hacia ustedes los seres humanos pero hoy me he
dado cuenta que no todos son iguales”
MORALEJA.
No debemos de juzgar a
todos por igual, tenemos que darnos la oportunidad de conocerlos.
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